lunes, 9 de mayo de 2011

Margarita Lopez Maya: “El modelo socialista torció el rumbo de la profundización democrática”



Primero habría que decir, que en políticas siempre hay élites; porque hoy en día estamos gobernados por otra élite que es la del Presidente Chávez.


Para poner de manifiesto la perspectiva histórica que puede contribuir a que los ciudadanos de carácter individual y organizada comiencen a buscar su propia agenda para una salida que permita la profundización de la democracia en Venezuela, estuvo en Cumaná la historiadora Margarita López Maya, quien participó en el Foro organizado por la Fundación de Derechos Humanos Incide, en el marco de su 22 aniversario. 

¿Cuáles son los retos de la ciudadanía en al actualidad?
Dar una receta no es muy fácil, lo que quiero hacer es una reflexión en la que la gente pueda hacer una evaluación de lo que hasta ahora se ha conseguido. 

¿Qué se ha conseguido?
Es un poco evaluar lo que ha sido el avance de la inclusión y la construcción del empoderamiento popular.
Esa identificación popular ha sido utilizada como bandera por el Gobierno…
Lo que pasa es que el Gobierno utiliza un lenguaje como si no hubiese habido poder popular antes, entonces, lo que quiero es poner eso en perspectiva, cómo el venezolano durante todo el siglo XX se movilizó y desde la caída de la Dictadura de Juan Vicente Gómez, fue forjando una democracia que no existía porque  había tenido una  profunda tradición caudillezca, militarista y autoritaria, sin embargo, en el siglo XX a través de la movilización y la organización popular, Venezuela fue considerada como una de las democracias más importantes de la región y sin lugar a dudas, a finales de esa época estábamos en una encrucijada, un deterioro muy fuerte de la participación, del protagonismo popular, lo cual permitió la ruptura y el cambio de régimen de la democracia representativa, a la democracia participativa entonces, quiero diferenciar que no es lo mismo el primer Gobierno del Presidente Chávez que el segundo. El primero fue mucho más enfocado en la búsqueda de un poder popular autónomo, creador de ciudadanía y en esta segunda etapa el concepto de poder popular es mucho más restringido porque ahora se está construyendo desde el Estado nuevo comunal un Estado controlado por el Ejecutivo nacional, ha sido un creciente estatismo y las organizaciones que tienen todo el apoyo del Gobierno son los diversos consejos comunales como brazos gestores de políticas públicas controladas y dependientes del Ejecutivo, es importante reflexionar y que la gente vea cómo avanzó el poder popular en el Estado primero, movilizado en la calle como multitud, luego como partido, sindicatos, gremios y después como organizaciones participativas en la gestión de políticas públicas hasta que entró el  modelo socialista que a mi modo de ver, torció el rumbo de lo que era la profundización de la democracia.

Sin embargo, el Presidente ha empleado una constante crítica a las élites que manejaron  el gobierno antes de la V República, ¿esa situación ha cambiado o se mantiene la oposición en manos de  élites?
Primero habría que decir, que en políticas siempre hay élites; porque hoy en día estamos gobernados por otra élite que es la del Presidente Chávez, en la oposición quedan las élites viejas que perdieron el poder y está emergiendo una nueva camada de liderazgos políticos y sociales tanto en chavismo, como en la oposición. También creo que en la Mesa de la Unidad están reunidos factores muy diversos  que son el gran problema, aunque también tenemos por otro lado al PPT y aquellos que no se reúnen en la MUD y abarcan otro tipo de liderazgo que está emergiendo, pero considero que la salida que se está tratando de elaborar está enfocada a que todos los venezolanos queremos un liderazgo joven, fresco y uno de los problemas que tiene la oposición es que  hay unas caras allí que no dejan pasar la hoja, no puede ser que este Henry Ramos y otra gente que todavía pretenda ser protagónica a pesar de haber cometido errores garrafales, de ser corresponsables de la situación tan complicada en la que estamos y que no dejan pasar las nuevas ideas.

¿Esa gente representa un riesgo para el triunfo de la MUD en 2012?
Sí y el desafío es que la sociedad se organice, entienda su propia problemática porque no es fácil, somos una sociedad profundamente polarizada, medio país cree en una cosa y medio en otra, si pasas los canales de TV es como si vivieras en dos mundos totalmente diferentes, entonces, uno de los desafíos es tratar  que como ciudadanos, podamos tener una situación relativamente confiable que nos permita dirigir esfuerzos para construir una salida.

En lo que tiene que ver con la ciudadanía, es importante conocer ¿cuáles serían las recomendaciones para que no sigamos dejando todo en manos de esa polarización? 

Son muchas cosas, lo primero es que todos tenemos que participar, ciudadanía es participación,  no se puede entender la ciudadanía sin ella, cada uno tenemos que informarnos de la situación, formarnos políticamente, porque la ciudadanía en los años previos a Chávez tuvo un profundo desprecio por la política. Incluso, se jugó a la antipolítica…

Sí  y todavía uno la siente en organizaciones sociales y por otra parte, también siente que los partidos políticos no se abren lo suficientemente a las organizaciones sociales, hay un diálogo que tiene que intensificarse que los diálogos de la sociedad civil como partido político de manera que en la búsqueda de liderazgos y la propuesta nuevas sea el resultado de un diálogo fructífero entre esos dos niveles de la sociedad o de esas formas de organización, tiene que haber más politización de las organizaciones civiles y más movimiento de los partidos políticos de manera que se pudiera fortalecer cualquier liderazgo que salga de ahí.

Se ha gestado una cadena de manifestaciones y huelgas de hambre que forman parte del acontecer ciudadano, ¿qué análisis hace de ello?
Cuando la sociedad está movilizada en esa magnitud y lo hemos visto en la historia de Venezuela del siglo XX, está en la búsqueda de una salida a una situación difícil que está atravesando. Nosotros tuvimos una movilización fuerte a la muerte de Juan Vicente Gómez,  también tuvimos una movilización en el año 45 con el Derrocamiento del General Medina, sufrimos una movilización de calle muy fuerte después del 23 de enero entre los años 60, la volvimos a sufrir con Lusinchi y Caldera; eso nos dice que cuando la gente sale al espacio público a protestar y a interpelar a las autoridades de la calle, es porque los canales que ya tiene para comunicarse no están funcionando, porque si los partidos o los mismos ministerios estuvieran funcionando, procesaran tus necesidades y las resolvieran,  no saldrías a la calle sino que te vas al trabajo, te ocupas de tus hijos y continúas en tu vida cotidiana, pero cuando todo eso está cerrado, nada es efectivo, no tienes la seguridad  de que tu queja será procesada institucionalmente; tienes que salir a la calle y tocar la puerta de Miraflores pero si además, sales a la calle y no te escuchan, vas a buscar formas de más impacto para tratar de que te escuchen porque la huelga de hambre es un arma extrema que está señalando que hay demandas que el Estado, el Gobierno, el poder, no está atendiendo y quienes están demandando están desesperados y en su desesperación se infringen ellos mismos, para ver si eso conmueve a la autoridad, pero es un arma sumamente extrema que revela mucha de la sordera que hay por parte del poder con respecto a ciertos sectores de la sociedad venezolana.

¿Cree que continuarán las protestas?
Sí continuarán… Publiqué un libro en el año 99 que se llamó “Los marcos de acción colectiva de la protesta popular venezolana” y para esa época hicimos trabajo de campo para conocer las motivaciones de las protestas entonces, llegamos a la conclusión que la gente en definitiva protestaba por una serie de derechos y servicios que la democracia no le había satisfecho después de habérselo prometido por 30 años y en definitiva lo que pedía era un estado que actuara eficientemente.

¿Y siguen pidiendo lo mismo?
Exacto, doce años después piden un estado que sea eficiente, que se ocupe de lo que corresponde, brindando acceso a los derechos y servicios básicos de un ciudadano porque las principales motivaciones de la protesta son salario, transporte educación, salud y seguridad, es decir, son lo que llaman las organizaciones de derechos humanos, los derechos sociales, económicos y culturales, esas son las motivaciones del 80% de las protestas.

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